Los inversores a corto plazo pudieron comprobar ayer la escasa solidez de sus argumentos frente a un panorama tan incierto como el actual. La posibilidad de ganar algunos duros a costa de las carteras institucionales se vino abajo ante la ausencia de posiciones compradoras, situación que tuvo como origen el agotamiento de estas entidades y las nuevas caídas en la deuda y la apertura a la baja de Wall Street. En el mercado de futuros sobre tipos de interés, el precio del bono nocional bajó 1,22 puntos. El Tesoro elevó las rentabilidades de sus activos a medio y largo plazo entre 0,72 y 1,11 puntos. Los mercados europeos se orientaron a la baja con fuerza, destacando París con un recorte del 2,29%. Francfort bajaba el 1,02% y Londres un 0,92%.Nueva York empujó un poco más a los mercados europeos al abrir con una caída de 25 puntos. El mercado neoyorquino concluyó la jornada con una pérdida de 42,09 puntos, debido a la incertidumbre creada por debilidad del dólar y a nuevos temores inflacionistas.La contratación de acciones ascendió a 28.670 millones de pesetas, con una concentración del 56% para cinco valores. La ampliación de capital del Banco Santander concluyó con la negociación en Bolsa de 59 millones de derechos de suscripción, el 53% de los posibles, y con un precio de cierre de 720 pesetas, 166 menos que su valor teórico. El índice general de Madrid perdió un 1,1% y se sitúa en el 300,14%. El Ibex 35 cede un 1, 18% para cerrar en el 3.200.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de julio de 1994