Unos 1.500 aficionados holandeses protagonizaron actos de vandalismo en el centro de La Haya, como demuestra la fotografía, en la noche del lunes al martes, tras la victoria de su selección ante Irlanda por 2-0. Según la policía, estos aficionados destruyeron escaparates, incendiaron automóviles y se enfrentaron a las fuerzas policiales. Tres policías y algunos de estos aficionados resultaron heridos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de julio de 1994