Más de 250 agentes de la policía fiscal italiana se movilizaron ayer para realizar una gran operación de requisa de documentos en 34 clubes de fútbol del país, que representan la totalidad de los de primera división menos uno -el Génova- y todos los de segunda salvo cuatro. El gran registro tiene como objeto verificar si son exactas o no las denuncias de que la inmensa mayoría de los clubes italianos están en la ilegalidad ante a Hacienda.
La operación, ordenada por la magistratura de Roma, es consecuencia de la denuncia presesentada, por Francesco Farina, ex presidente del Módena, un modesto equipo de Segunda. Farina sostiene que, debido a ilegalidades como las citadas, la generalidad de los clubes italianos no debieran de haber sido admitidos en los campeonatos de liga en curso.
La operación policíal coincidió con un pleno de la federación para discutir de los problemas del fútbol italiano y, en concreto, de la importancia de un control económico riguroso sobre los balances de las sociedades.
"Tenía que ocurrir hoy, cuando tenemos encima las miradas de toda Italia. ¿No podían haber esperado un día?", lamentó ayer Matarrese, que figura en el registro de los investigados por este tema, aunque ello no implique ninguna presunción de culpabilidad, ya que la citada inscripción resulta obligada en cuanto se presenta una denuncia.
Según las primeras informaciones sobre el resultado de la operación de ayer, sólo cuatro de las 34 sociedades registradas pudieron demostrar inmediatamente que están en regla.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de octubre de 1994