Grupos de desconocidos están distribuyendo en las zonas más concurridas de Almería octavillas anónimas con una relación de matrículas de automóviles de supuestos clientes de prostitutas de la ciudad. La iniciativa atenta contra el honor y la intimidad, a juicio de los penalistas.- .
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de octubre de 1994