Tras rodar Paraíso (1978), Rumbo norte (1986) y la fallida comedia de encargo El cianuro... ¿solo o con leche? (1993), José Ganga vuelve a sus orígenes para hacer la mejor y más personal de sus películas, Enciende mi pasión, con la peculiar experiencia acumulada a lo largo de estos años.Basada en un guión original suyo, Enciende mi pasión tiene un excelente comienzo donde con minuciosidad y fuerza se narran de manera paralela las historias de una prostituta y su proxeneta, y de un biólogo y una vendedora de flores, donde el erotismo alumbra con especial eficacia. Luego, la película sufre algunos fallos de ritmo, ciertos baches narrativos, en especial porque el entrelazado de las muy diferentes, pero similares historias, queda lejos de la perfección.
Enciende mi pasión
Director y guionista: José Ganga.Fotografía: Antonio Pueche. Música: Bernardo Bonezzi. España, 1994. Intérpretes: Miguel Bosé, Emrna Suárez, Ana Álvarez, Karra Elejalde. Estreno en Madrid: Palacio de la Música, Tívoli, Cartago, Aluche, Multicines Ideal.
El conjunto vuelve a subir de tono cuando irrumpe en la acción el personaje del viejo profesor, que para sobrevivir ha recurrido al timo y la estafa, en gran medida porque Juan Luis Galiardo hace un buen trabajo con él.. Aunque lo consigue en detrimento de la historia del proxeneta y la prostituta, que queda un tanto al margen, para llegar a un brillante, pero un tanto artificioso final.
Lo más flojo de Enciende mi pasión es el guión, pero en compensación su realización resulta especialmente pensada. José Ganga logra hacer un eficaz policiaco personal, apoyado en una fragmentada y enriquecida planificación, hasta conseguir una película de especial interés, con una producción muy cuidada.
Al tiempo que se muestra como consumado especialista en el terreno erótico, algo incluso apuntado en sus peores películas, consiguiendo algunas escenas de gran eficacia, tanto en el terreno del fetichismo, como en el más directamente sensual.
Dentro del conjunto destaca la interpretación tanto de Emna Suárez, que una vez más vuelve a demostrar su habilidad al dar el cambio de aspecto y personalidad que encierra su personaje, como de Ana Álvarez, que en el papel de la prostituta muestra una nueva faceta de su variada personalidad.
Bastante menos consistencia tiene el trabajo de Karra Elejalde, que repite su visión de un personaje violento, y sobre todo de Miguel Bosé, a quien cuesta demasiado esfuerzo hacer creíble su complicado papel, y no siempre consigue estar convincente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de octubre de 1994