El domingo no fue el día de los butroneros (ladrones que acceden al interior de las propiedades a través del agujero que practican en fincas colindantes). La policía logró frustrar dos butrones gracias a la colaboración de un vecino y a una alarma.En el primero de los casos, Fernando M. P., José Luis S. A. y Simón Ángel N. T. fueron detenidos por no ser demasiado sigilosos. Un vecino de Corredera Alta de San Pablo, 11 llamó a la policía al mediodía porque escuchaba unos sospechosos ruidos, procedentes de una joyería.
Los agentes comprobaron que los delincuentes habían accedido a la finca contigua después de romper el candado de la puerta. Desde allí abrieron un boquete en la pared medianera. Los agentes sorprendieron a uno de los ladrones en la escalera de la primera planta, donde vigilaba mientras sus compañeros practicaban el agujero.
A las 21.30 del domingo, la policía también frustró otro butrón en las oficinas del Banco Central Hispano Americano en la calle de María de Molina. La activación de la alarma puso, en este caso, en fuga a los butroneros. Los ladrones ya habían practicado un gran boquete en la pared de la cafetería contigua a la entidad bancaria.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de octubre de 1994