Un periodista palestino, de 35 años, que trabajaba para un centro de información vinculado al grupo proislámico Jihad, murió ayer al explotar una bomba colocada en el interior de su automóvil cerca de la franja de Gaza. Un portavoz del grupo acusó a los servicios de inteligencia israelíes de ser responsables del atentado. Entretanto, sólo unos centenares de palestinos volvieron a entrar ayer en Israel, después de que las autoridades hebreas autorizaran el retorno de 8.000 trabajadores desde Gaza y Cisjordania tras el levantamiento del bloqueo.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de noviembre de 1994