Dos jóvenes pintoras llegan, en pleno otoño, con El color de agosto: se aman, se odian, triunfan, fracasan, se desnudan y se pintan sus cuerpos desnudos con pinturas de colores. Son las protagonistas de la obra escrita por Paloma Pedrero y dirigida por Pape Pérez que durante este mes se representa en la sala de teatro del centro Bagëlus.El color de agosto se estrenó en Madrid hace dos años de la mano de esta misma compañía -Teatro Estudio Landén-.
También se ha representado en París y Nueva York por compañas nativas, aunque en esas ciudades sufrieron alguna censura.
El color de agosto cuenta Ia historia de Laura y María, dos pintoras que viven en Madrid. Una tiene fama y la pierde; la otra, que no la tenía, se convierte en una artista de éxito. "Es una obra muy difícil, porque necesita un trabajo muy realista y de emociones", cometa Pérez. Las dos actrices, Belén Chanes e Irene Bueno, tienen que llorar, reír, amarse o insultarse en escena. Según cuenta el director, El color de agosto es una pieza que atrae a muchas mujeres, "porque resulta fácil identificarse con las dos protagonistas", y "ayuda a los hombres a conocer la parte íntima de la mujer".
'El color de agosto', en Bagëlus (María de Molina, 25), hasta el 26 de noviembre. Viernes y sábados, a las 20.30. Precio: 200 pesetas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de noviembre de 1994