Tres cabezas rapadas han pasado a disposición del juez de guardia de Alcalá de Henares (166.000 habitantes) acusados de producir desórdenes públicos en un tren de cercanías con destino a Alcalá y en dos bares de esta localidad. Los tres son residentes en Alcobendas (84.000 habitantes). Según la Jefatura Superior de Policía orinaron y escupieron en un vagón. Además, amenazaron al revisor, forzaron la cerradura de acceso a la cabina del conductor y quemaron con cigarrillos las tapicerías de varios asientos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de noviembre de 1994