La Bolsa española vivio ayer una sesión tranquila gracias, en parte, a la influencia del dólar, cuya cotización frente a la peseta subió 46 céntimos hasta situarse en un cambio medio de 130,05 pesetas. Los valores españoles que cotizan en Wall Street registraron ganancias, con alguna excepción, y tiraron del conjunto del mercado, aunque desde primeras horas de la mañana las órdenes de compra superaban claramente la oferta de papel.Las cotizaciones parecen encontrarse cómodas con el índice general por encima del nivel del 300%, y ni siquiera las últimas declaraciones del gobernador del Banco de España afirmando que, si es necesario, endurecerá la política monetaria para conseguir el objetivo de una tasa de inflación del 3% para el año próximo, han echo cambiar la táctica de los inversores, muy centrada en el corto plazo. Las expectativas para esta semana son de calma absoluta, pues no se esperan novedades en la subasta del Banco de España del miércoles, lo cual abre un amplio paréntesis en el que Wall Street y el dólar van a ser las variables que dominen el mercado. Las bolsas europeas mantuvieron una trayectoria que no pasaba de ser discreta. Al cierre, Londres perdió un 0,32%, y París y Francfort ganaban un 0,07% y 0,24%, respectivamente. La Bolsa de Nueva York perdió 47,10 puntos a pesar de que en la apertura había llegado a subir casi 18. El índice de Madrid subió el 0,71% y el Ibex 35 un 0,67%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de noviembre de 1994