Tendrán que echarles por la fuerza. Las familias chabolistas del Cerro Mica (Latina) a las que el Ayuntamiento quiere derribar sus casetas porque las construyeron después del censo (elaborado hace ocho años. para realojar a los chabolistas) se negaron ayer a abandonarlas de forma voluntaria. Ahora el consistorio pedirá al juez la demolición de estas chabolas ¡legales. La mayor parte está habitada por matrimonios jóvenes que vivían con sus padres en los pisos sociales de Caño Roto y que, tras casarse, levantaron su barraca. Hay también siete casos de vendedores de vivienda social y un número similar de chabolistas apeados del censo por tener pisos en propiedad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de noviembre de 1994