Hace ya casi cinco años que estoy en deuda con ese centro por el trato excepcional, no sólo profesional, sino humano, que recibió mi esposa; pero hoy, y por circunstancias de la vida, se me ha vuelto a presentar la ocasión de comprobar personalmente que el, tan para mí familiar y querido, hospital de la Princesa sigue en su línea de buen hacer. Por eso no quiero dejar pasar la oportunidad que me brinda este medio de comunicación de ensalzar al mencionado centro hospitalario.En todo mi deambular por el hospital -consultas, quirófano, UCI y planta-", y dejando a un lado el intachable aspecto profesional, he recibido ese trato humano incondicional y abnegado que todo paciente está deseoso de recibir, trato dado no sólo por el personal médico, sino también por las enfermeras, celadores, hermanas e incluso, por qué no decirlo, de la administración y dirección.
A todos ellos, gracias, puesto. que con su ya mencionada profesionalidad han contribuido a hacer realmente soportable mi pesar y el de toda mi familia.
Gracias otra , vez.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de noviembre de 1994