Los problemas de los taxistas de Madrid son similares a los de Nueva York, París o Londres.Aproximadamente, 40.000 conductores manejan en Nueva York los 12.000 taxis de la ciudad, informa Juan Cavestany. Según la Comisión de Taxis y Limusinas de Nueva York, 41 taxistas fueron asesinados en 1993. Hasta el pasado mes de julio, la instalación de una pantalla separadora entre el asiento del conductor y el del pasajero era voluntaria. La legislación municipal exige ahora no sólo dicha separación, sino las llamadas trouble lights, unas luces que se encienden en la parte trasera y frontal del vehículo cuando el conductor activa un botón en una situación de peligro.
La amenaza de sufrir atracos y robos existe también para los taxistas londinenses, pese a que la cabina del conductor está separada por un panel de cristal, informa Lola Galán. Pero ese panel no ha podido evitar sorpresas desagradables a algunos de los 21.000 taxistas al abrir la ventanilla para cobrar la carrera.
En París, hace un mes, tras la muerte de un taxista en un tiroteo, sus compañeros organizaron una manifestación de vehículos para exigir protección, informa Enric González. Pedían mamparas blindadas y cerraduras especiales, pero falta acuerdo sobre quién debe pagarlas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de noviembre de 1994