Un enviado especial de Estados Unidos, Charles Thomas, se entrevistó ayer, por segundo día consecutivo, en Pale con el jefe de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, en un gesto inusual que anticipa una nueva ofensiva diplomática para poner fin a la guerra del país balcánico. Ninguna de las partes precisó el contenido de sus "exhaustivas conversaciones", pero Karadzic habló de "algunos progresos", y se anuncia que a lo largo de esta semana visitará el feudo. serbobosnio una representación de los cinco países del grupo de contacto.
Enviados de esos cinco países -EE UU, Francia, Reino Unido, Alemania y Rusia- tenían anunciada su llegada ayer a Sarajevo para iniciar también conversaciones con el Gobierno de Alia Izetbegovic. El presidente, bosnio está en Egipto recabando ayuda para la causa de su país.
El diálogo de Pale coincide con un compromiso en Sarajevo entre serbios y bosnios para abrir al tráfico civil y humanitario, a partir del lo de febrero, dos rutas que unen la capital bosnia con el mundo exterior a través de su aeropuerto. El anuncio fue hecho antes de partir de Sarajevo por el jefe militar de la ONU en Bosnia, general Michael Rose, que ayer abandonaba su puesto tras un año al frente de 24.000 cascos azules. Rose advirtió la semana pasada, en su despedida oficial, que la tregua no durará si no se aprovecha para negociar la paz.
La visita de Charles Thomas a Pale -criticada por Sarajevo, que ve en ella una nueva claudicación internacional ante los serbios- representa un giro de la diplomacia estadounidense, anticipado el jueves pasado, al presidente bosnio, Alia Izetbegovic, en una carta del secretario de Estado Warren Cristopher. Washington quiere reabrir un hilo directo con los serbobosnios, a cuyo feudo estaba descartado viajar hasta el mes pasado, y poner fin a su aislamiento si con ello aumentan las probabilidades dé que acepten el plan de paz que rechazaron en verano y que ahora se les ofrece con la posibilidad de establecer lazos entre los diferentes territorios serbios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de enero de 1995