Escocia opuso una brillante resistencia a la máquina inglesa en la finalísima del Torneo de las Cinco Naciones, en el templo sagrado londinense de Twickenham, pero acabó cediendo ante u empuje y, sobre todo, ante las patadas precisas de Andrew. Inglaterra no sólo ganó el torneo, sino que logró su tercera Triple Corona en cinco temporadas -ganar a los otros cuatro equipos- y la Copa Calcuta que tradicionalmente disputa a Escocia.La marea blanca impuso su dominio desde el principio, pero la joven Escocia tuvo el mérito de aprovechar dos respiros y Chalmers pasó dos drop (botepronto). Supusieron los 0-3 y 6-6 en el marcador. Pero la delantera inglesa empezó a funcionar imparable y los fueras de juego permitieron el recital de golpes de castigo, incluso lejanos, de Andrew, que se convirtió en el primer internacional inglés que supera, los 300 puntos.
En Cardiff, Gales fue derrotado por Irlanda (12-6).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 19 de marzo de 1995