"Es poco original", dijo ayer Alfredo Pérez Rubalcaba en alusión al nuevo programa de gobierno que ayer dio a conocer José María Aznar. A juicio del portavoz del Gobierno, las propuestas del líder del PP no presentan novedades sustanciosas y están llenas de condicionantes, aunque en su opinión es mejor que Aznar revele lo que quiere hacer que "insultar y descalificar sin más", que es lo que, añadió, está haciendo el presidente de los populares, como única estrategia política.Tampoco Izquierda Unida aprecia novedades. Según Diego López Garrido, el programa es "profundamente conservador, muy de derechas, tímido en sus planteamientos y reformas, nada novedoso y decepcionante". Aunque ve en él aspectos positivos, como el compromiso de no presidir el Gobierno más de dos legislaturas seguidas, la auditoría que propone para los partidos políticos y el nuevo reglamento del Congreso.
La reforma ministerial anunciada ahora por Aznar consiste en separar Justicia e Interior, crear un ministerio de Medio Ambiente, suprimir el de Comercio y fusionar los de Educación y Cultura y los de Trabajo y Asuntos Sociales. Nada nuevo, insisten en la izquierda.
Unos y otros recuerdan que ya en octubre de 1992 el PP propuso suprimir cinco ministerios, 90 organismos y 5.000 altos cargos, aunque entonces la novedad no era separar a Justicia de Interior, sino suprimir Justicia, que cedería sus competencias al Consejo General del Poder Judicial, al Ministerio del Interior y a Administraciones Públicas.
La iniciativa de reducción drástica de altos cargos, anunciada entonces por Manuel Núñez como enmienda a los Presupuestos del Estado, se repitió prácticamente en junio del año pasado como proposición de ley del Gobierno. Entonces se presentó como ratificación de las medidas anunciadas por Aznar tras su victoria el 12 de junio, en las elecciones europeas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 27 de marzo de 1995