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La viuda de Tarradellas levanta la barrera

ESPAÑA SUPRIME LAS BARRERAS.España ya no tiene barreras fronterizas con Francia y Portugal en virtud del acuerdo de Schengen, que ayer entró en vigor. El documento también ha sido suscrito por Alemania, Bélgica, Holanda y Luxemburgo, en tanto que Italia y Grecia ultiman su incorporación. En lo que constituye un paso fundamental hacia la llamada Europa sin fronteras, los españoles podrán viajar a cualquiera de los países firmantes sin tener que mostrar su documentación. La primera j ornada ocasionó problemas en el aeropuerto de Barajas, mientras que las dificultades fueron menores en el de Barcelona. En Málaga hubo desajustes al coincidir con la llegada de 260 vuelos. El ordenador policial instalado en Madrid fue conectado al supercerebro del Sistema de Información Schengen, con sede en Estrasburgo.

ELIANNE ROS.El paso fronterizo hispano-francés de La Jonquera esperó a las doce del mediodía para integrarse al espacio de Schengen. Antonia Maciá, viuda del ex presidente de la Generalitat Tarradellas, acompañada de dos niños -uno blanco y otro de raza negra-, fue la última persona en pasar el control policial de rigor entre España y Francia. El acto simbólico con el que el Gobierno Civil de Girona quiso festejar la supresión de las fronteras entre siete países europeos fue acogido con fría indiferencia en el lado francés.

Ni una sola autoridad gala hizo acto de, presencia en la celebración, al pie del puesto fronterizo de la N-II. El alcalde de la población vecina de Le Perthus brilló por su ausencia y ningún gendarme se sumó al acto. El escepticismo francés respecto a la libre circulación de personas quedó bien patente. En las garitas de los gendarmes, el único signo de la en trada en vigor del íxatado era la colocación de un explícito cartel: "Está usted en espacio de Schengen. Todo extranjero no miembro de la Unión Europea tiene que pedir una declaración de entrada en territorio francés".

La ausencia ayer de la policía gala en los controles tan sólo respondía a la petición del Gobierno Civil de Girona para evitar una excesiva imagen de incongruencia. Los gendarmes. se mantendrán en sus puestos fronterizos durante los tres meses de adaptación que prevé el tratado.

En contraste con este panorama, en el lado español no faltaba nadie. Una nutrida representación oficial y policial descubrió una placa conmemorativa cuya leyenda 26 de marzo de 1995 se abrieron las barreras de este puesto fronterizo para dar paso a una Europa unida"- resulta casi contradictoria con el cartel de advertencia francés situado a apenas 15 metros de distancia.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 27 de marzo de 1995