¿Qué le queda a un ser humano cuando es capaz de matar a un niño indefenso? ¿Qué clase de sociedad hemos creado, en la que parece ser un delito ser pobre, pertenecer a otra raza, tener otro credo o simplemente pensar de forma diferente? Todo esto viene a colación de la escalofriante noticia de que un individuo regaló en Pisa una muñeca bomba a una niña gitana por el terrible delito de ser eso: gitana.. ¿Cómo puede un ser humano seguir viviendo después de cometer semejante atrocidad?-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 27 de marzo de 1995