, La ciudad de Oklahoma enmudeció ayer a las 9.02 de la mañana (16.02, hora peninsular española), cuando se cumplió una semana exacta de la explosión que sacudió los cimientos del edificio Alfred Murray y de todo el país. Autoridades, familiares de víctimas y desaparecidos, y equipos de rescate, guardaron un minuto de silencio frente al edificio destrozado. Los trabajadores que estaban en ese momento dentro, luchando contra los escombros, hicieron también una pausa para continuar después con su penosa labor, cerca ya del lugar en el que se encontraba la guardería y donde se cree que hay alrededor de un centenar de cadáveres.
Muchos, cogidos de la mano y formando largas filas, no pudieron evitar las lágrimas. Las cadenas de televisión reproducían la lista de víctimas acompañada por música fúnebre. En Washington, los Clinton y miles de ciudadanos guardaron también un minuto de silencio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de abril de 1995