Puesto que la defensa de Simpson ha puesto en duda la credibilidad del laboratorio Cellinark (donde se han realizado análisis de ADN en el caso), George Clark planteó esta a Robbin Cotton. Ella admitió ante el jurado que el historial del laboratorio no es perfecto y que en 1988 y 1989 hubo dos casos de identificación incorrecta en muestras de sangre, pero que la empresa tomó serias medidas para evitar que, se repitiesen tales errores y desde entonces no ha habido. otros fallos. También interrogó a la testigo acerca de la posibilidad de que la sangre expuesta al aire libre diese en los análisis resultados falsos que perjudicasen al acusado. "Se puede degradar tanto el ADN que no se pueda analizar, pero no convertir un tipo en otro; esto no pasa, no hay ningún efecto medioambiental que pueda hacerlo", insistió ella.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de mayo de 1995