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"Sabía que acabaría mal", dice la mujer del chófer

En la localidad alicantina de Mutxamel, la mujer de Salvador Reche, Mar García, de 23 años, vive pendiente del teléfono. Salvador y Mar llevan siete meses casados. "Yo sabía que esto iba a acabar mal, que antes o después iba a pasar algo" musita Mar. "O dejas la carretera o te dejo yo a ti", le llegó a plantear.La hipoteca y otras urgencias económicas pudieron más que el miedo al asfalto, y Salvador siguió al volante. Tenía que hacerlo para reunir unas 150.000 pesetas mensuales entre su, trabajo en Hermanos Monllor y otros recorridos. Todas las semanas pulverizaba miles de kilómetros de carretera para llegar desde Alicante hasta Amsterdain y volver. En total, tres días y medio los pasaba al volante y la otra mitad de la semana en Mutxamel.

Mar apenas ha podido hablar con su marido desde el accidente. En su primera conversación, ella tuvo que contarle la magnitud de la tragedia porque aunque Salvador había pasado casi un día detenido nadie le había explicado nada. "¿Ha habido algún muerto?, ¿cuántos?", le preguntó a su mujer.Entonces Mar le expuso el trágico resultado, pero evitó entrar en detalles.

En la sede de la empresa Autocares Monllor de Sant Vicent del Raspeig, también de Alicante, reinaba ayer la confusión. Se insistía en que el tacógrafo del vehículo ha confirmado que los conductores cumplieron con la normativa vigente y no daban crédito a la versión de que el chófer se había dormido. "En esos casos, cuando el chófer va dando cabezazos, se registran en el disco flecos de velocidad, pero todo está en regla", señaló José Manuel Monllor.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de julio de 1995