Drama carcelario con mujeres de muy mal aspecto. No se sabe quién es peor, si las reclusas o la celadora encargada de llamarlas al orden. El duelo de intérpretes es antológico. La cárcel es un marco incomparable para la sobreactuación.Sábado 12 (2.50) La 2
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de agosto de 1995