El régimen de apartheid de Suráfrica, ha sido desmantelado, pero no así su legado de sufrimiento, particularmente entre los supervivientes de los violentos crímenes cometidos en su nombre. Pagar la deuda de responsabilidades y reparaciones que se deben a los surafricanos es esencial para construir uña democracia pacífica no racial. Otros países que ahora resurgen después de décadas bajo el yugo autoritario han invertido mucho tiempo en con seguir el equilibrio perfecto entre el justo castigo y la reconciliación cuando se han adaptado a su historia.Generaciones de prisioneros políticos han sido torturados y asesinados con el visto bueno de la policía. Muchos activistas han sido perseguidos dentro y fuera de Suráfrica por la policía clandestina y unidades militares. ( ... ) Para la honra del último Gobierno del apartheid, presidido por F.W. de Klerk, se iniciaron finalmente las investigaciones para determinar el grado de participación del Estado en los asesinatos políticos. Y el hoy presidente surafricano, Nelson Mandela, tiene la obligación moral de investigar más a fondo.Está. autorizado para conceder amnistías, pero sólo a aquellos que reconozcan sus crimenes. Puede exigir indemnizaciones para las víctimas. Pero, sobre todo, se espera que lleve a cabo medidas tanto administrativas como legislativas para prevenir futuros abusos, dé los derechos humanos.
, 12 de septiembre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de septiembre de 1995