Es quizás el rodaje realizado en 1960 de Vidas rebeldes, la mítica película de John Huston, con Marilyn Monroe y Clark Gable, donde se concentra toda la energía expresiva de los fotógrafos de Magnum en un proyecto cinematográfico. Los reporteros de la agencia pasaron de dos en dos y sin agobios a lo largo de todo el trabajo desarrollado por el cineasta norteamericano en Nevada, Estados Unidos. Así, Eve Arnold captó como nadie el esplendor de Marilyn, mientras otra fotógrafa, Inge Morath, retrataba la soledad de la actriz.Fue precisamente ese rodaje el último en el que estuvieron juntos Marilyn Monroe y su entonces marido, el escritor y dramaturgo Arthur Miller, guionista del filme, quien abandonó a la actriz para vivir con Inge Morath. Cartier-Bresson fue otro de los que captaron del agonizante ídolo Clark Gable, que moriría poco después.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de septiembre de 1995