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Un incendiario, identificado en un vídeo grabado por su víctima

Gregorio Barco, un técnico de radio y televisión de Entrevías, estaba harto de que le quemasen la furgoneta que utiliza para trabajar. En un año, alguien había prendido ya cuatro veces fuego a su vehículo. Así que desde el pasado 27 de febrero decidió instalar una cámara de vídeo en su domicilio de la calle de Membézar y, durante toda la noche, en focaba al lugar donde dejaba aparcada la furgoneta.

Por fin, el pasado 13 de septiembre su constancia - todos los días empleaba una hora en ver las imágenes de la noche- dio fruto. En la cinta quedó grabada la imagen de Eduardo U. C., de 35 años, rompiendo una de las lunas y echando una papelera ardiendo en el interior del vehículo. Era la prueba que necesitaba. Con ella, la policía detuvo al incendiario.

Barco relata que hace dos años, el presunto culpable le llevó un vídeo a reparar a su taller. Como no le pagaba el arreglo, se negó a devolvérselo. Un año después sufrió el primer incendio en su furgoneta. El hecho se repitió tres veces. En una ocasión, el vehículo quedó calcinado. En otra se prendieron otros dos coches aparcados al lado.

El vecindario comenzaba a estar asustado por la repetida presencia de fuegos. "Yo creo que también se preguntaban qué tipo de persona sería yo para que me quemaran el coche tantas veces", afirma Barco.

"Sospechaba de Eduardo porque siempre que me quemaban la furgoneta aparecía él por ahí haciendo algún comentario", añade. Esa afición a dejarse ver por el lugar del delito también serepitió el miércoles. El mismo pirómano fue a denunciar a la comisaría del barrio que un coche ardía y después comentó que los bomberos no sabían actuar porque no habían acudido con la sirena conectada.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de septiembre de 1995