Senadores y directivos del sistema audiovisual público de Estados Unidos han propuesto una alternativa para suprimir las subvenciones sin desmantelar la radio y la televisión públicas. El proyecto se basa en crear una nueva corporación dotada con fondos procedentes de la subasta nacional de licencias para la televisión de alta definición, que se encargaría de financiar la televisión (PBS), la radio (NPC) y otras entidades.
La propuesta cifra la dotación procedente de la subasta citada en 4.000 millones de dólares (medio billón de pesetas). La subasta podría obtener, según las estimaciones, de 33.000 a 44.000 millones de dólares. La mayor parte del dinero se destinará a enjugar el déficit presupuestario.La idea es atractiva para los legisladores, porque la supresión de las aportaciones con cargo al presupuesto federal supondría unos ahorros anuales de 285 millones de dólares y sentaría un principio de independencia económica para el audiovisual público: "Cortaría el cordón umbilical de ese sistema con Washington y servirla para estimular el audiovisual público", según el senador Larry Pressler.
Pero el poderoso grupo de presión que reúne a las empresas privadas de television ha reaccionado en contra. Las grandes cadenas comerciales confiaban en obtener gratis las nuevas licencias de alta definición, igual que utilizan gratis las ondas para las emisiones convencionales.
Robert Wright, presidente de la NBC, ha dicho que las empresas de televisión se han gastado ya 500 millones de dólares y gastarán miles de millones más en el cambio de transmisión de señal analógica a señal digital, como exige la alta definición, y que seria injusto que pagaran por la utilización de las ondas cuando otros usuarios económicamente muy potentes, como las empresas telefónicas y de cable, no necesitarán hacerlo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de septiembre de 1995