En 11 de la docena de miserables campamentos de refugiados que albergan en Líbano a cerca de 400.000 palestinos ayer fue casi una jornada de luto. "Huelga contra la humillación", rezaba uno de los carteles que llamaba a la huelga general para protestar contra una votación que les ha dejado prácticamente al margen del futuro de Palestina. La gran mayoría de los habitantes de estos campos se opone a los acuerdos alcanzados entre Israel y la Organiza ción para la Liberación de Palestina (OLP) sobre la autonomía a Gaza y Cisjordania porque en ellos no se les tiene en cuenta. Sólo en el campamento de Rashidiye, en el sur de Líbano, que dirige Sultan Abu el Enen, un fiel seguidor de Yasir Arafat, la actividad fue normal.En un comunicado emitido por la Alianza de Fuerzas Palestinas se arremetía contra las "condiciones humillantes impuestas [por Israel] para las elecciones, que constituyen un golpe a los detenidos palestinos en las prisiones israelíes y a los millones de palestinos de la diáspora". En la alianza se integran Hamás, Yihad Islámica y los frentes popular y democrático de liberación de Palestina (el FPLP de Georges Habash y el FDLP de de Nayef Hawatme).
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"Estas elecciones ponen fin al sueño de la creación del Estado de Palestina", afirmaba un muchacho en el campo de refugiados de Ain el Helu.
La huelga también fue seguida en los 13 campamentos de refugiados en Siria, en los que viven unos 400.000 palestinos. El de Yarmuk, cercano a Damasco, que alberga a 250.000, apareció empapelado de carteles reclamando el "derecho de retorno" del pueblo palestino y la necesidad de continuar la lucha nacional".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de enero de 1996