Me dirijo a su medio de comunicación para expresar un profundo agradecimiento relacionado con la triste catástrofe que nuestros mayores del Hogar de Nuestra Señora de las Delicias han sufrido. He de transmitir, y creo que lo puedo hacer en nombre de muchos feligreses de la parroquia, mi, agradecimiento al cuerpo de Policía Municipal de Madrid -en concreto del distrito de Arganzuela-, Cuerpo Nacional de Policía, cuerpo sanitario de Samur-Protección Civil, Cruz Roja, Insalud y a las dotaciones de bomberos que en pocos minutos se personaron en el lugar de los hechos.Yo fui testigo en el mismo momento de la explosión-derrumbamiento y sentí una gran tristeza porque algo estaba ocurriendo a una parte muy nuestra, nuestros mayores; inmediatamente fueron aclarándose las cosas, podíamos ver a los heridos que eran auxiliados por todos los anteriormente mencionados, sabíamos que estaban en buenas, manos.
También quisiera agradecer a la corporación municipal, y al frente de ella nuestro siempre cercano excelentísimo señor alcalde, don José María Álvarez del Manzano, que sentían, yo creo, igualmente tristeza por lo ocurrido, aparentemente sin una explicación certera. Y cómo no mencionar a la concejal Utrilla (concejal de Servicios Sociales), que estuvo siempre a nuestro lado, en el despacho provisional de información a los familiares que se dispuso en los propios despachos parroquiales, ayudando y dando ánimo.
Gracias a todos por vuestra ayuda y colaboración desinteresada, nuestros mayores también os lo agradecen- Miembro de Acción Católica de la parroquia Nuestra Señora de las Delicias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de enero de 1996