El secretario de organización, Ciprià Ciscar, defendió ayer la inclusión en las listas de José Barrionuevo porque así lo han querido los militantes y porque nada tenía que ver con temas de corrupción económica. El debate sobre Barrionuevo hizo a los socialistas retrotraerse a 1983. Jordi Solé Tura había manifestado que el PSOE había heredado "el aparato policial de franquismo". Felipe González le dijo que no se equivocara, y contó una conversación que mantuvo en ese año con el fallecido presidente francés François Mitterrand.Contó González que al informar a Mitterrand de los cientos de policías asesinados por ETA, su colega francesa afirmó que, ante hechos de esa naturaleza, cualquier policía democrática, incluida la francesa, "habría actuado autónomamente, al margen del Gobierno". González lanzó así el mensaje de que los muertos de los GAL nada tenían que ver con el Gobierno. González y después Ciprià Ciscar defendieron a toda costa su convicción de que Barrionuevo no ha hecho nada de lo que tenga que arrepentirse, sino que actuó de acuerdo con la ley.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de enero de 1996