Las autoridades rusas planean el cierre en un plazo de diez años de la fábrica de celulosa que contamina desde hace 30 años el Lago Baikal, la mayor reserva de agua dulce del mundo que da cobijo a 1.500 especies endémicas de flora y fauna-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de febrero de 1996