Canal + estrena hoy, a las diez de la noche, La naranja mecánica, de Stanley Kubrick. Basada en un relato de Anthony Burgess, la cinta se alimenta de la ultraviolencia de una pandilla callejera para analizar los síntomas de decadencia de la sociedad británica en la década de los sesenta.Nunca emitida por televisión, prohibida por su autor en el Reino Unido desde el año 1976, La naranja mecánica es una parábola político-social con aires de fantasía futurista.
Así, la fotografía resalta el blanco de los materiales plásticos del sofisticado decorado y el lenguaje -una nomenclatura inventada, que en el original es una combinación de inglés y ruso- refuerza la sensación de mundo paralelo al que vivimos.
Malcom McDowell encarna a Alex, un joven entregado al placer desde la violencia: violador y asesino, se ve convertido en cobaya de un experimento policial a golpe de torturas y sinfonías de Beethoven, aquí convertido casi en Dios.
Stanley Kubrick, apoyado en recursos cinematográficos que resultaban novedosos pero han quedado algo caducos (sobre todo su estética pop y su montaje a ritmo de efecto musical), confirma que la violencia y el odio sólo pueden generar violencia y odio.
Estrenada comercialmente en el año 1971, La naranja mecánica fue prohibida en algunos países, y otros la clasificaron como película X, mientras los críticos la saludaban como "película de culto", propia de un genio que ha dado al cine internacional títulos como Lolita, Senderos de gloria y 2001, una odisea en el espacio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de febrero de 1996