La policía alemana tuvo que desalojar, en la madrugada del pasado domingo, a dos miembros de la organización ecologista Greenpeace que se habían encerrado en un contenedor ferroviario, para impedir un transporte de material radiactivo. Otros dos militantes ecologistas se habían encadenado *en el exterior. La policía efectuó 24 detenciones.El propósito de Greenpeace era oponerse a un convoy que, según informes no confirmados, partirá esta noche desde la central nuclear de Lubmin, al noreste de Alemania, con destino a la de Paks, en Hungría, para transportar 235 elementos de combustible nuclear. Según los ecologistas, Paks no reúne los requisitos de seguridad que se exigen en la Unión Europea.
El almacenamiento o el transporte de residuos nucleares solivianta las pasiones en Alemania. En abril de 1995, se produjo una fuerte confrontación entre policías y militantes ecologistas, provocada por el envío de material radiactivo para ser almacenado en Gorleben, al noroeste del país.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de febrero de 1996