General Motors, el primer fabricante de automóviles de todo el inundo, tiene cerradas 21 de sus 29 instalaciones en EE UU debido a una durísima huelga que repercute en la actividad de más de 81.000 trabajadores. La huelga, la más amplia a la que se ha tenido que enfrentar la empresa en los últimos 25 años, comenzó hace 9 días en Dayton, Ohio, en dos centros de fabricación de frenos, y plantea un pulso entre los puntos de vista sindical y empresarial en el marco de las estrategias nacionales e internacionales de producción.Los 3.000 trabajadores de Dayton, con el sindicato UAW a la cabeza, lanzaron el movimiento de protesta ante la noticia de que General Motors (GM) planea comprar sistemas de frenos a la marca alemana Robert Bosch, una decisión que costaría 128 empleos en Dayton, según el UAW. Las empresas rivales de GM compran los frenos y otras piezas de repuesto a fábricas con trabajadores que no están en el sindicato, por lo que los precios son inferiores. El desenlace del conflicto aparecía ayer complicado, después de uña primera ronda de negociaciones que duró tres horas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de marzo de 1996