José María Aznar, líder del PP, dijo a Xabier Arzalluz, presiden te del PNV, que "hay que mirar adelante". Así lo declaró el político vasco ayer en la cadena SER, para apostillar: "Tiene razón, pero, al igual que en los coches, nunca se puede prescindir del espejo retrovisor si no se . quieren cometer los mismos errores", y explicó que "mirando por el retrovisor" ve una derecha que "ha sido, por lo pronto, insolidaria entre sí, caciquil, impositiva, y, desde luego, una de sus preferencias ha sido la caza del vasco". Pese a esa referencia a la trayectoria de la derecha española, Arzalluz aseguró durante una entrevista con Iñaki Gabilondo,en el programa Hoy por hoy, que cree mas en Aznar que en el PP y q ue no lo considera "un representante de ese tipo de derecha. Él suele decir que es liberal, y yo no dudo de que lo sea", prosiguió Arzalluz, pero puso en duda que pueda actuar como desea con "el mundo sociológico, caciquil, de prensa, de intereses que está detrás".
Respecto de la situación política, Arzalluz admitió que es "muy difícil" la posibilidad de un Gobierno de coalición, y explicó que "hay que empezar a andar con cautela y, en la medida en que resulten las cosas, que no tengamos las experiencias de otros tiempos no lejanos, concretamente con el Gobierno socialista, y podamos ir estrechando relaciones y colaboraciones hasta puntos de apoyo de verdad en todas las iniciativas que pueda haber desde un Gobierno".
En opinión del líder nacionalista vasco, se vive la impresión de que "todo cae sobre Pujol" para apoyar la investidura de Aznar como presidente de Gobierno, y que ante el panorama poselectoral "es, otra vez, el obligadamente sensato, cuando ha recibido tantísimo varapalo de gente que ahora parece que le hace la corte".
Para Arzalluz, "se ha sido muy injusto con CiU. "Si se hace un balance de la productividad, incluso autonómica, que ha tenido la colaboración continua ' de Pujol con el Gobierno socialista, la rentabilidad para Pujol ha sido más que escasa". "En ningún caso", añadió, "nosotros hubiéramos llegado a tanto apoyo con tan poca compensación".
La posibilidad de unas elecciones en agosto no hay que descartarla del todo, según el político vasco, pero, en su opinión, sería "un disparate" y un "desastre, por lo que de llegarse a una situación en la que no fuera posible la elección de un presidente del Gobierno "sería útil" la mediación del Rey.
Arzalluz descartó la posibilidad de establecer una estrategia combinada con CiU porque, dijo, "los catalanes y nosotros hemos tenido siempre una determinada relación, pero nunca ha cuajado en una acción conjunta".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de marzo de 1996