El alcalde de Montijo (Badajoz), Pedro Serrano Pascual (PP), ha dado marcha atrás en su decisión de que el anterior regidor, el socialista Luis Gragera, empleado municipal, desempeñara sus labores en los urinarios municipales. Gragera recibió ayer un decreto en el que Serrano le comunica que anula su adscripción a los servicios y que a partir de hoy debe incorporarse a su puesto de lector-contador en el servicio de aguas.Serrano Pascual ha negado que su primera decisión fuera una "una venganza política". El primer edil cree que su antecesor dio "un cariz político" a su trabajo en los urinarios, `porque podía haber abierto y permanecer el resto, de la jornada laboral en la plaza de abastos o el Ayuntamiento, y después volver para cerrar".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de marzo de 1996