Fue una despedida anticipada. El Santa Ana cosechó una nueva derrota ante otro de los candidatos al descenso, el Móstoles, que venció en un encuentro carente de emoción y falto de calidad. Las dos mejores ocasiones visitantes fueron certificadas con sendos testarazos que, prematuramente, propiciaron el descenso matemático del equipo de Fuencarral.El juego de ambos equipos no engañó a nadie. El Móstoles se apoyó en un mejor trato del esférico para sostener una victoria cimentada en los goles de Juanma y Blanco. El Santa Ana ya puede pensar, en la próxima temporada, en Tercera división.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de abril de 1996