El caso Calvià, el mayor escándalo de corrupción política descubierto en Baleares, que ya ha sido juzgado y desde 1994 tiene sentencia firme del Supremo contra dos militantes del PP, se volvió ayer de nuevo contra la anterior cúpula del PP y del Gobierno balear, concretamente contra el ex presidente Gabriel Cañellas, que será investigado por los jueces acerca de su posible intervención en la aprobación o autorización del intento de soborno de un concejal socialista de Calvià.El juez José Castro ha hallado indicios de la presunta implicación del ex presidente balear en la trama no desvelada del fallido intento de soborno con 100 millones a un concejal de Calviá, con el fin de lograr la sustitución del alcalde socialista de la localidad por otro del PP en - 1992. "Una operación de este tipo", dice el juez, "es difícil, por no decir imposible, de concebir sin la intervención de aquél [Cañellas], cuyo monolítico control del partido y las instituciones casi todos asumen". El caso se traslada ahora al Tribunal Superior, dada la condición de aforado de Cañellas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 26 de mayo de 1996