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CARTAS AL DIRECTOR

Un paraíso

Cuando vine a vivir al barrio San Ignacio de Loyola, hace unos 13 años, era casi un paraíso, comparado con la zona donde habitaba anteriormente.Pero, en los últimos años, se ha degradado por lo siguiente: Los helicópteros de la base de Cuatro Vientos, producen un ruido espantoso al pasar por encima de las viviendas, a muy baja altura, las maniobras que realizan en el helipuerto, se oyen desde mi casa, a más de un kilómetro. En las viviendas situadas junto al mismo, no sé cómo lo pueden soportar.

Un helicóptero da vueltas continuamente desde Aluche a Cuatro Vientos, por las mañanas ¿con qué misión?

Muchas motos pasan por la calle Mirabel, en dirección a General Fanjul, a gran velocidad, haciendo un ruido enorme, sin luces encendidas ni casco.

Los parques están llenos de defecaciones de perros y cristales.

A los jardines situados al final de la calle Mirabel, casi constantemente, acude gran cantidad de perros, al mismo sitio, la mayoría sueltos que, con sus ladridos y los gritos de sus dueños llamándolos, es una molestia continua, a pesar de la prohibición de que los perros entren en zonas ajardinadas, en las que, por supuesto, defecan y orinan.

Y la pareja de la Policía Municipal de barrio ¿dónde estará?

Probablemente, todo esto influye para que en sólo tres bloques de viviendas, juntos, haya ocho pisos que se venden o alquilan.-

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de julio de 1996