El Tour termina su recorrido por el macizo central con una etapa no muy complicada, salvo al final. La resolución de la jornada puede decidirse en los últimos kilómetros en los que los ciclistas tendrán que ascender dos puertos, para terminar en el alto de Superbesse, de tercera categoría. No serán cotas duras, pero sí pueden hacer que alguno de los favoritos pierda algo de tiempo. Si el calor aprieta, la etapa puede aumentar su dureza y es posible que haya sorpresas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de julio de 1996