El camino está despejado en Estados Unidos para que todas las cadenas de televisión se sometan voluntariamente al compromiso de emitir tres horas semanales de programación educativa para niños. El acuerdo se alcanzó el lunes pasado, tras una reunión mantenida en Washington entre el presidente Bill Clinton y 50 ejecutivos de televisión de todo el país. Al encuentro acudieron también activistas de la defensa de los niños, actores y productores de televisión.Otros temas que se definieron fueron la importancia de la televisión como fuente de valores y roles sociales para los niños y qué' contenidos concretos debe tener la programación para menores.
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) debe ahora ratificar el acuerdo en ley, pero el paso que se dio esta semana es muy significativo por varias razones. Para Clinton, este acuerdo se trata de un punto a favor en su agenda electoral, reforzando su historial de defensa de la familia, que ya cuenta en su haber con la aprobación del llamado chip de la violencia, para bloquear programación de contenido escabroso. El presidente Clinton afirmó el lunes tras la minicumbre televisiva que "el acuerdo dice a los padres de América 'no estáis solos'; todos estamos comprometidos para que la programación para nuestros niños merezca la pena".
Por otra parte, las cadenas de televisión se han puesto de acuerdo en una cuestión de contenidos de programación, tema en el que, por lo general, existe un marcado individualismo movido por a agria competencia más que por la cooperación en causas comunes. La programación infantil no es especialmente rentable para las cadenas desde el punto de vista de la publicidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de julio de 1996