Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Los vecinos de Puerta Cerrada no tendrán que repintar el gallo

Los vecinos del número 3 de la plaza de Puerta Cerrada no deberán hacer caso a una carta que la Junta Municipal de Centro les envió a principios de este mes y en la que se les ordenaba "en 15 días" repintar la mediana de su casa que ellos mismos habían borrado hace un año. La concejal de este distrito, María Antonia Suárez, afirmó el viernes que estos residentes "no tienen que volver a pintarlo".La concejal, eso sí, dejó claro que el Ayuntamiento tampoco se va a hacer cargo del asunto. El millón de pesetas que cuesta repintarlo tendrá que sufragarlo "alguna empresa privada", según Suárez. No será la primera vez. Cuando se instaló, hace 11 años, lo pagó Coca-Cola.

Los vecinos decidieron eliminar la pintura -el gallo carnicero, diseñado por el artista Alberto Corazón- porque, a juicio de los primeros, causaba unas goteras y unas humedades "espantosas" en determinadas habitaciones de la finca y en la escalera.

En un principio, la concejal manifestó que los vecinos tenían que volver a pintar el gallo donde estaba. Los residentes hicieron caso omiso. Después llegaron las cartas del Ayuntamiento. Y los vecinos siguieron en sus trece. Al final, tras las palabras de la concejal, queda zanjada la cuestión.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de agosto de 1996