Cuatro perdices adultas y algunas encinas crecidas llegaron ayer a la Casa de Campo para escenificar el inicio de las actuaciones financiadas por Europa con 400 millones de pesetas para mejorar el bosque. El alcalde, José María Álvarez del Manzano, soltó las aves; el concejal de Medio Ambiente, Adriano García-Loygorri, regó los árboles. El regidor y el edil aprovecharon la visita para contar que la Unión Europea ha concedido otros 1.115 millones para, el segundo plan de obras en la Casa de Campo.La primera fase de recuperación de las 1. 722 hectáreas de parque arrancó ayer. Antes de diciembre, el Ayuntamiento plantará 90.000 árboles y 130.300 arbustos. Se duplicará el número de encinas (de 50.000 a 100.000) y se construirán nueve charcas artificiales alimentadas por un diminuto caudal. Aquí vivirán 150 sapos y 200 ranas. Encontrar estos anfibios es la mayor complicación del plan de mejora. No existen criaderos de ranas y sapos. La empresa que ha recibido el encargo municipal para actuar en la Casa de Campo contratará a cazadores de anfibios para conseguir 350 ejemplares. Más fácil será conseguir las liebres silvestres -se capturarán en fincas de Toledo- para traer sangre nueva a la población del bosque. Las 250 perdices rojas que se soltarán son de granja. En septiembre llegarán los polluelos para pasar un mes en jaulones. Después volarán libres.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de agosto de 1996