El I Congreso Mundial contra la Explotación Sexual de los Niños, inaugurado ayer en Estocolmo, aprobará probablemente hoy un plan de acción según el cual todos los países participantes deberán mostrar, antes de la finalización del siglo, que han puesto en marcha medidas concretas destinadas a frenar la plaga de la explotación sexual de los niños. A esta reunión asisten 1.200 delegados de 126 países y 50 ONG. Mientras los juristas estudian las medidas a adoptar, miembros de Interpol intercambian experiencias sobre cómo luchar contra un negocio mundial tan rentable. Una de las medidas que se plantea es la creación de un banco mundial de datos que registre a cualquier involucrado en el asunto.
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El trabajo casi silencioso de años desarrollado por Unicef en colaboración con organizaciones no gubernamentales (ONG) en todo el mundo ha mostrado sus frutos en el congreso con estudios minuciosos que trazan un mapa muy completo de las dimensiones del problema de la explotación sexual infantil en las diferentes áreas del mundo. Sobre esos documentos Unicef y las ONG han estado trabajando desde hace tiempo en la elaboración del documento.Las medidas previstas apuntan en varias direcciones, acorde con la diversidad de facetas del problema. Mientras los juristas elaboran medidas destinadas a cubrir el vacío de la legislación en los diferentes países, delegados de Interpol, que también están presentes en Estocolmo, intercambian experiencias, coordinan políticas de acción para enfrentarse a un tipo de criminalidad internacional que dispone de enormes recursos que facilitan su impunidad.
Con la ayuda de tecnologías modernas se establecerá un banco que registre a los involucrados en cualquier forma de utilización sexual de los niños ya sea de forma directa o para la elaboración de vídeos y otras Publicaciones pornográficas. Ayer también la ministra de Justicia de Suecia, Laila Freival, anunciaba que se estudia la modificación de la legislación sueca para hacer punible la pornografía infantil, sin afectar por ello el principio de libertad de expresión.
El congreso fue inaugurado en la mañana de ayer en la Casa del Pueblo de Estocolmo por el primer ministro, Göran Persson, con la presencia de la reina Silvia, ministros, delegados de alto nivel en la mayoría, de los países participantes y representantes de organismos de Naciones Unidas y de ONG. Persson dijo que había llegado el tiempo de la acción para actuar contra este, problema y comprometió todo el apoyo de su Gobierno en esa tarea. En la ceremonia intervinieron también Ron O'Grady, coordinador internacional de la organización Terminar con la Prostitución Infantil del Turismo en Asia -una de las promotoras de la reunión-; la delegada de Kenia, Wambui Njuguna, en nombre de las ONG; la directora ejecutiva de Unicef, Carol Bellamy; y el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, José Ayala Lasso.
El congreso tuvo un comienzo un tanto caótico el primer día porque el número de asistentes desbordó las previsiones. Los crímenes de Bélgica posiblemente relacionados con una red de explotación sexual infantil, así como las presuntas, implicaciones de funcionarios de ese país en alguna forma de encubrimiento a los autores ha multiplicado el interés por esta reunión. Rápidamente fueron subsanadas las deficiencias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de agosto de 1996