El Salamanca consiguió remontar un partido que se le había puesto muy complicado. Los goles de Pedro y Quico pusieron a los andaluces por delante, pero el Salamanca atacó la segunda parte con otro espíritu y, fruto de ello, llegó el empate.Jugando al contragolpe, el Almería pudo haber sentenciado el partido en la primera parte. La velocidad de los locales, buscando la espalda de sus rivales, se transformó en dos goles. En el minuto 8, Pedro cabeceó el balón en una falta sacada por Reyes y ante la pasividad de la defensa: marcó el primero.
Los salmantinos siguieron sin inmutarse con su juego ordenado y controlando la pelota. En otra galopada al contragolpe vino el 2-0, por medio de Quico, que disparó sobre la marcha ante la salida del meta Ivkovic.
En el segundo tiempo las cosas cambiaron radicalmente. Una indecisión del meta local dio la posibilidad a Carlos Brito para marcar el primer gol visitante. A partir de ese momento los salmantinos se lanzaron en pos de la victoria, con un fútbol rápido y buen trabajo de anticipación.
El gol del empate no se hizo esperar. Fue en el 61, tras otra indecisión del meta y la defensa, que fue aprovechada por Stinga para marcar. Con el empate, el Salamanca se creció ante un Almería cada vez más impotente. Y estuvo incluso a punto de llevarse los tres puntos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 30 de septiembre de 1996