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El tercer tiempo

En Inglaterra se conoce al comunitario festejo postpartido como el tercer tiempo. Alrededor de varias pintas de cerveza, los jugadores de los dos equipos y el árbitro relajan sus ánimos, dirimen alguna diferencia y, si se tercia, se enganchan en una pelea. Luego salen más amigos que nunca. El ritual sorprendió a Jesús Seva, Roberto Martínez e Isidro Díaz, los tres ex jugadores del Zaragoza que ficharon el pasado año por el Wigan, equipo de la Third Division. "Los tres somos abstemios. Al principio nos miraban como bichos raros. Ellos tomaban sus pintas de cerveza. Nosotros pedíamos Coca Cola y no había", dice Roberto Martínez.

En los primeros viajes, el autocar del equipo paraba en el primer bar y sólo se subían cajas de cerveza. "Ahora nos suben las coca cola?, añade el jugador español. Los tres hablan con simpatía de Inglaterra, de los ingleses y de su fútbol. Más que las costumbres su principal contrariedad ha sido el clima. "El invierno es muy duro. Hace mucho frío, mucha humedad y las noches son larguísimas", coinciden los tres. Para aligerar la nostalgia han encontrado un restaurante regentado por un gallego y han orientado su parabólica para escuchar El Larguero.

Seva se sorprende del carácter de los jugadores ingleses y de los árbitros. "Hay más nobleza. Cuando todo termina, se juntan a beber. La primera ronda la paga el entrenador. El árbitro también participa y nadie le dice nada. Beben un carro de pintas, pero a la mañana siguiente todos están a su hora y firmes para el entrenamiento".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 30 de septiembre de 1996