La designación del vigoroso desplazamiento militar israelí en Cisjordania y Gaza, que incluye la movilización de tanques por primera vez desde la guerra de 1967, es apropiada. Es la Operación Corona de Espinas y, según el diario Yediot Ahronot, prevé tres etapas en caso de una escalada: reforzamiento de las unidades que ya están posicionadas en Cisjordania, aislamiento de las ciudades cisjordanas bajo directo control de la policía palestina y, en su fase inicial, una posible campana de detenciones. Esto último todavía no ha entrado en vigor, pero los indicios de que el Ejército israelí ya está pensando en una intervención a gran escala son claros. El Yediot pronostica que serán utilizados helicópteros de ataque en caso dé complicaciones para las fuerzas terrestres, que estarían apoyadas por la élite del cuerpo de francotiradores. Los preparativos para una guerra han adquirido aún más verosimilitud con declaraciones del Estado Mayor en el sentido de que Israel no ha desplazado sus tanques con intenciones puramente psicológicas. De darse la necesidad, no va a dudar en usarlos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 30 de septiembre de 1996