Tres presos kurdos, acusados de pertenecer al Partido de los Trabajadores del Kurdistán, se prendieron fuego ayer en la cárcel de Ankara en señal de protesta contra la represión de las autoridades turcas de un motín de presos kurdos en la cárcel de Diyarbakir que costó la vida a 11 reclusos. Esta acción desencadenó el viernes una huelga de hambre de tres días de entre 2.000 y 3.000 reclusos kurdos en Turquía. Los tres presos que se inmolaron ayer han sido hospitalizados, uno de ellos grave.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 30 de septiembre de 1996