No parecen muy afortunadas las palabras del señor secretario general de Educación: "Me cuesta más comprarles unas botas de marca" (Abc, 15 de septiembre). Por lo que se desprende de sus manifestaciones, les puede comprar a sus hijos botas de marca, de más o menos 40.000 pesetas, que es lo que al parecer vienen costando los libros de texto para este curso escolar. Afortunado él. Se me antoja un sarcasmo la comparación, cuando no una falta de caridad cristiana hacia tantos padres que se las ven y se las desean para poder comprar los libros a sus hijos; y me pregunto: ¿de qué precio serán las botas que estos niños lleven?Yo les pediría a algunos políticos que no hagan manifestaciones que puedan humillar a los demás, al tiempo que pueden dañar su propia imagen y la de quienes los mandan. Perdón por recurrir a la manida frase: "Algunos, calladitos están más guapos".-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 30 de septiembre de 1996