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LAS CUENTAS DEL REINO PARA 1997

El Tesoro presiona al Banco de España para que baje el precio oficial del dinero

Un día después de haber presentado el -proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el próximo año, el titular de Fomento, Rafael Arias Salgado, se lanzaba a la arena para enganchar a la iniciativa privada en los proyectos de autopistas de peaje. Arias Salgado anunció un plan de entre 200.000 y 450.000 millones para autopistas y aseguró que cuenta con 100. 000 millones de las privatizaciones. También admitió que su departamento cuenta con el proyecto de un tren de velocidad alta entre Madrid y Valladolid. Algunos analistas han manifestado que habrá que ajustar al máximo para que se cumplan los objetivos del presupuesto.

El Tesoro recortó la rentabilidad de las obligaciones a 10 años y de los bonos a tres años en la subasta celebrada ayer, aprovechando el sentimiento bajista del mercado. Los títulos a 10 años se situaron en el 7,95%, con una rebaja de 0,971 puntos, y los emitidos a tres años bajaron al 7,054%, 0,642 puntos menos. Hoy se realizan nuevas subastas de letras a un año, de bonos a cinco y de obligaciones a 15.

Los operadores prevén nuevos abaratamientos de la deuda que, además de servir para pagar menos intereses para financiar el déficit, son un factor de presión para que el Banco de España rebaje el precio oficial del dinero en la subasta de certificados de depósito (cebes) que ha de celebrarse el próximo jueves. A este respecto, el secretario de Estado de Economía, Cristóbal Montoro, señaló ayer que espera que el banco emisor reduzca ese día el tipo oficial, porque "no se puede defraudar las tendencias de los mercados".

Los analistas consideran que el Banco de España se encuentra en una posición delicada: el éxito de los Presupuestos para 1997 se basa en conseguir el mejor de los escenarios posibles -puesto que brillan por su ausencia medidas estructurales que garanticen la reducción del déficit público y de la deuda- y que en esas circunstancias el abaratamiento del precio oficial del dinero es una condición indispensable para lograr los objetivos. Si el gobernador Luis Angel Rojo no mueve ficha esta vez, con la aparente excusa de esperar a comprobar el último dato de inflación, será difícil que los operadores no traduzcan esa señal -de prudencia o de independiencia- como una desconfianza hacia la política económica del Gobierno de José María Aznar.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de octubre de 1996