¿Eran caramelos? ¿Galletas? Un niño del colegio público La Palomera de León compartió su cumpleaños (siete) con el Rey ofreciéndole un dulce obsequio. Don Juan Carlos, sonriente, le correspondió con un llavero. Este escolar y sus compañeros, unidos a los del instituto Padre Isla, recibieron ayer a don Juan Carlos y doña Sofía cargados de regalos entre los que se podía ver una ristra de un millar de grullas de papel que, según un antiguo rito oriental, significa el deseo de salud y amor. El Rey se las arregló para sentarse en una mesa con los pequeños, tan importantes ellos porque su colegio había sido el elegido para celebrar la inauguración oficial del curso escolar 1996 197. Llegó el momento de ponerse más serios. Y el Rey afirmó en su discurso: "Sólo cuando los alumnos descubren el placer del estudio podrán aprender a disfrutar de los conocimientos que reciben".-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de octubre de 1996